La actualización de Windows 10 Redstone está programada para ser entregada a los consumidores a finales de este año y con ella, se espera que varias nuevas características y mejoras mejoren la experiencia del usuario del sistema operativo. Una de esas características clave es la capacidad de los desarrolladores de hacer que los complementos y el contenido descargable estén disponibles para sus aplicaciones.

Entendemos que en una de las compilaciones recientes de Windows 10 Redstone que aún no está disponible para Insiders, Microsoft agregó algo que llama Opciones avanzadas, una página para complementos y contenido descargable para aplicaciones. Además, el gigante del software documentó esta característica para los desarrolladores de MSDN.

Parte de la documentación establece lo siguiente:

Habilite su aplicación de la Tienda Windows para alojar contenido proporcionado por otras aplicaciones de la Tienda Windows. Descubra, enumere y acceda a contenido de solo lectura desde esas aplicaciones.

Ahora, no tenemos idea de qué harán estos complementos y qué tan poderosos podrían ser. Lo que sí sabemos es que serán similares a cómo funciona el contenido descargable (DLC) para los videojuegos. Esperamos que el primer conjunto de complementos se asocie con los videojuegos porque es un ajuste natural. Sin embargo, las cosas pueden ser un poco diferentes con las aplicaciones, ya que nunca antes habíamos oído hablar de aplicaciones con complementos.

Esperamos que esto no resulte una idea terrible en el sentido de que los desarrolladores puedan aprovecharlo para estafar más dinero de los usuarios. Vemos que esto sucede hoy con los videojuegos, donde se ha eliminado el contenido importante de varios títulos y se ha agregado a la cola DLC. Además, hemos llegado a un punto en el que ya no se habla de DLC después del lanzamiento de un juego, sino bastante antes, demostrando que la práctica es ahora una oportunidad planificada de hacer dinero.

Con todo, confiamos en que Microsoft haga lo correcto para garantizar que no se aproveche de los consumidores.