El auge de los medios digitales ha creado cientos de formatos de archivo para contenido de audio y video y una gran cantidad de varios archivos compatibles con computadoras de escritorio, teléfonos inteligentes, tabletas o reproductores de audio.

Cuando se graba música en un estudio, además de masterizar y editar, los sonidos pasan por un proceso llamado compresión. Permite a los artistas / discográfica comprimir el tamaño del archivo de audio en partes más pequeñas para grabarlo en CD y otros sistemas ópticos de almacenamiento de datos.

Uno de los formatos de audio más conocidos y más utilizados es el MP3. Es muy versátil, es compatible con diferentes periféricos y no requiere mucho espacio de almacenamiento. Esto le permite almacenar fácilmente sus archivos MP3 en 'cointainers' de pequeño tamaño: reproductores de MP3, CD, etc.

El principal problema para usar el formato MP3 es que la calidad del archivo de audio se reduce drásticamente (al mismo tiempo que se reduce el tamaño del archivo) en el proceso de compresión. Los sonidos están distorsionados porque una máquina cree que el oído humano no puede percibir el cambio. Los oyentes a menudo pueden detectar estas diferencias sutiles y eso te da la sensación de que estás escuchando música de baja calidad.

Aquí es donde entran en juego los archivos 'sin pérdida' que le ofrecen la posibilidad de escuchar cada detalle de la grabación original y al mismo tiempo reducir considerablemente el tamaño de los archivos: audio de alta velocidad de bits. Incluso si sus archivos no son archivos sin pérdida (FLAC), el mercado ofrece una amplia gama de software que puede transformar archivos MP3 en audio sin pérdidas.

exploraremos las 4 mejores opciones en el mercado para hacer precisamente eso. Use estas herramientas para obtener una experiencia de audio de alta calidad sin importar el formato base de sus archivos.